Carta a mi EX NOVIA.

Karen Alejandra

Playa Grande, 27 de noviembre 2018

Saludos, señorita Karen:

     Tenía tiempo sin escribir para ti, en esta ocasión no te voy hablar como un desconocido, ni como amigos y mucho menos como ex novios, esta vez léeme como si fuese el mismísimo Oliver Díaz, ya sabes, tengo esa rara costumbre de creer que en mi hay varias personas, en fin. La razón por la cual te hago este escrito es porque quiero hacerte fuerte, aunque quizás seas más fuerte de lo que creó, eso no lo sé, pero te noto débil, frágil, fácil de lastimar y por si fuera poco eso hace que me sienta como un erizo dañándote con cada una de mis espinas, no puedo reparar eso, no podré repararlo y mientras estés conmigo seré ese mismo erizo, lo que si puedo hacer es enseñarte a que te protejas incluso de mi, quiero empezar por tus inseguridades, no conozco tu cuerpo a la perfección más sin embargo, ya lo conocí ¡«Oh my god»! ¿Recuerdas?. Gracias por regalarme esa experiencia, por entregarte a mí, déjame decirte que fue fantástico, no entiendo porque te acomplejas cuando tienes un cuerpo espectacular, tu abdomen es bellísimo, no tienes unas nalgotas ni super tetas pero tienes de donde agarrar ¿o no?, a lo que me refiero es qué; estás completa, no te hace falta nada, no tienes que taparte con la sabana o esperar a que apague la luz para desnudarte, se más segura, no te de pena, te informo que a los hombres nos encanta una mujer segura, es más excitante, en fin.

Según dices que estuve raro la ultima vez que nos vimos y me preguntaste: «¿Hice algo malo?»... déjame informarte que no, no haz hecho nada malo, si hay una persona que a actuado mal aquí soy yo, el que ignora soy yo y es que lo sé, estoy siendo una mierda y me disculpas pero no puedo dejar de serlo, no me sale, no quiero que me necesites, se que me quieres e intentas ser la mejor persona conmigo, se que te duele que no te presté atención, estoy consciente de eso y que te estoy lastimando, es algo que no hago por que quiero, al contrario, no quiero hacerlo y por eso te escribo, disculpa, lastimosamente te dí una de mis peores versiones, es cierto cuando decías que me amabas y que yo no sentía lo mismo, no llegue hasta allí, siendo sincero si te quise y bastante, creo que haz podido notar que siempre te he hablado de la vida, de cómo podemos actuar los hombres, las personas y todo eso según mi punto de vista y mis experiencias, por eso dices que «soy como tú profesor». Hago esas cosas para tratar de hacerte fuerte, para que entiendas que no me necesitas y que no necesitas a nadie, Karen eres hermosa, no lo niego, no puedes estar triste nada más por mi, considero que soy una gran persona, un gran hombre pero lamentablemente no te quise como debería, no mando en mis sentimientos.

Para despedir la carta déjame recordarte que te admiro, admiro las fuerzas con las que quieres, admiro lo que das y lo que muestras, lo que no admiro es la forma es la que dejes que te lastimemos, como te auto lastimas, antes de querer a tus amigos, a tu novio e incluso a tu familia quiérete a ti, no te acomplejes, date cuenta que estás haciendo algo mal y valórate, si de verdad piensas que soy como tú profesor, te dejo una tarea; «Amate y valórate tu antes que a nadie», cuando termines de hacerla no me la entregues, guarda el resultado para que tú mismas lo veas, calificate y conviértete en tu propia profesora.

¡Eres grande, se que podrás hacerlo!

Oliver Diaz